TEJIENDO SUS ALAS: COMO FOMENTAR LA INDEPENDENCIA EN LOS NIÑOS

Todos los padres anhelamos que nuestros hijos sean felices, que no tropiecen con las mismas piedras que nosotros, que lleguen más lejos que nosotros. Por eso nos preocupa colmarlos con las herramientas que creemos necesarias para que sean personas exitosas.

¿Qué más podemos hacer sino prepararlos para volar? Sabemos que llegará el momento en que tengan que partir, es por eso que debemos ayudarlos a valerse por si mismos.

Pero ¿A qué nos referimos con independencia?, la independencia es la capacidad que tiene una persona de sentirse libre y seguro de tomar cualquier decisión, así como actuar por sí misma, sin entregar el control de su vida a un tercero.

El fomentar la independencia desde la infancia, ayuda al desarrollo de la autonomía. La cual se fortalece de forma progresiva a medida que los niños van adquiriendo responsabilidades y van descubriendo que son ellos los autores de sus decisiones y acciones. Además de que los pequeños…

  • Tomarán conciencia de que toda acción o decisión va acompañada de un desencadenante ya sea positivo o negativo.
  • Adquieren un mayor conocimiento de sí mismos de sus habilidades, capacidades, límites. Lo que les facilita fijar metas de acuerdo a ellas.
  • Desarrollan seguridad y autoconfianza.
  • Se motivan a desafiar sus límites, mejorando día con día.
  • Al fortalecer su sentido de responsabilidad se refleja en un incremento de desempeño académico.

Entonces ¿Cómo podemos fomentarlo en casa?

  • Conocer las capacidades de nuestros pequeños de acuerdo con su edad.

Permitiendo que ayude con labores del hogar de acuerdo a su edad.

  • No subestimarlo y permitir que lo intente.

Para los niños es muy importante saber que nosotros confiamos en que son capaces de hacer las cosas. Debemos permitir que lo intente, que se esfuerce un poco, fomentar la practica aplaudiendo su esfuerzo sobre los resultados.

  • Modelar una conducta a través del ejemplo claro, verbalizar y accionar.

Podremos explicar un millar de veces como es la forma correcta de hacer las cosas, de reaccionar, de comportarse; sin embargo, los niños aprenden por imitación por lo que si lo que expresas verbalmente no es coherente con tus acciones no entenderán o le tomarán importancia a la forma “correcta” que tanto mencionamos.

  • Criar niños independientes: saber cuándo intervenir y cuándo guiar desde lejos.

La educación de un hijo es como un baile donde a instantes hay que abrazarlos y sujetarlos, pero también permitir libertad de movimiento.

  • La confianza.

Para criar niños independientes es necesario que les proveamos de confianza hacia nosotros como padres o educadores y confianza con ellos mismos.

  • Aprender a tomar decisiones saludables.
  • Asumir responsabilidades donde las acciones tienen consecuencias y que las malas conductas impactan en uno mismo y en el entorno.

Enseñar que pedir consejo es bueno y que a veces, la elección que tome puede ser que no coincidida con la de los demás. Como adultos no podemos mediar en todas sus decisiones y elecciones, pero sí podemos guiar y aconsejar.

  • Enseñar a los niños a responsabilizarse de las tareas pequeñas y también de las grandes.

Conseguir que un niño sea responsable requiere tres cosas: tiempo, paciencia y afecto. En la crianza, los principales enemigos son la necesidad de querer que los pequeños asuman de forma rápida un gran número de competencias.

  • La tolerancia a la frustración.

Ayudarles a desarrollar paciencia y la capacidad para manejar los pequeños obstáculos del día a día. Algo que no podemos perder de vista es que tengan la oportunidad de experimentar y tolerar la frustración para convertirse posteriormente en adolescentes y adultos seguros de sí mismos. Por tanto, no dudemos nunca del poder de la palabra “no” cuando sea necesario, acompañado de un razonamiento del hecho o acción de dicho “no”. Una negativa en el momento preciso, genera grandes beneficios a largo plazo.

  • Desarrollar el autocontrol.

Enseñar a los pequeños a mirarse desde dentro, a navegar y entender sus universos emocionales les capacitará para gestionar mucho mejor los problemas y desafíos del día a día.  Para conseguirlo, nada mejor que inculcar en ellos una crianza y una educación basada en los recursos de la inteligencia emocional.

  • Las habilidades sociales, la importancia de desarrollar la competencia social en los niños

Les ayudará a construir relaciones más satisfactorias, a tener una imagen de sí mismos más segura y a desarrollar una competencia social adecuada y enriquecedora.

Los pequeños cambios con seguridad y justificación nos ayudaran a tener grandes resultados a largo plazo.

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