Procrastinar, «mejor después»

Cuando éramos pequeños escuchábamos a mamá o a nuestra abuelita decir “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, este famoso refrán hace referencia a evitar la procrastinación.

La procrastinación de acuerdo con Piers Steel es la conducta de dejar las cosas para más adelante de forma meramente voluntaria, aun sabiendo que dicho aplazamiento puede tener consecuencias indeseables.

Ciclo de la procrastinación

¿Cuáles son esas consecuencias indeseables?

Entre las más comunes están:

Alejarnos de nuestros objetivos.

Ya que perdemos tiempo que minimiza nuestra productividad y eficiencia, derivando en grandes rodeos para llegar a un resultado

Malestar emocional

El procrastinar nos hace sentirnos culpables por no hacer las cosas en el tiempo prudente, nos afecta en la autoestima haciéndonos dudar de nuestras capacidades y habilidades lo que se convierte en una mezcla de tristeza y enojo.

Disminuimos nuestro tiempo de preparación.

Cuándo nos damos cuenta de que vamos atrasados nos presionamos para intentar terminar las cosas a tiempo, lo que aumenta nuestro estrés y provoca que no estemos concentrados en lo que hacemos e incluso el hacer las cosas solo por entregar sin detallarlo.

Acumulamos más trabajo

Si tenemos 5 pendientes para resolver en un día y nos atrasamos con el primero 40 min, eso provocara que nos atrasemos con todos los demás, eso contando con el hecho de que no nos volvamos a distraer entre uno y otro.

Problemas interpersonales.

Al no dar nuestro 100% en los proyectos o las tareas en comendadas proyectamos una imagen negativa de nosotros por lo que el trabajar en equipo se vuelve un reto al sentirnos juzgados reiteradamente.

Corremos el riesgo de perder la motivación.

Si juntamos los problemas para trabajar en equipo, la imagen que proyectamos a nuestros superiores, el estrés, el malestar emocional y la baja autoestima que esto nos puede ocasionar resulta natural que perdamos el interés por seguirlo intentando incluso la motivación y el sentido que le damos a nuestro proyecto ya sea escolar o laboral.

Algunas estrategias que te pueden ayudar a combatir tu habito de procrastinar son:

1. Buscar el significado y el sentido.

Busca la razón de por qué haces las cosas, cuestiónate cual es el motivo de hacer ese proyecto, lo que esperas a cambio y aún más que pasa si no lo haces a tiempo.

2. Planifica tus tiempos

Lo ideal es que esto sea de acuerdo a tu nivel de energía, aprovechando al máximo cada minuto.

3. Disminuye los estímulos.

Date a la tarea de tener todo lo que necesitas a la mano para evitar distracciones o pérdida de tiempo, evita tener tu celular en caso de no necesitarlo.

4. Cambia tu método

Einstein decía: “Una locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener resultados diferentes. Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”

Divide tu meta en pequeñas sub-metas que te permitan avanzar un paso a la vez, esto te mantendrá motivado y sentirás como avanzas mejor.

Todos postergamos algo, pregúntate que es lo que estas postergando tú.

¿Una llamada, una disculpa, un café, una plática, un abrazo?

Te invitamos a respirar profundo contar hasta tres y hacerlo.

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