Inteligencia Emocional, Responsable en un 80% del éxito.

Cada día escuchamos con mayor frecuencia el termino Inteligencia emocional y es que su popularidad ha aumentado raíz de que nos hemos dado cuenta que no siempre las personas que tienen mayores habilidades o conocimientos son las que poseen el anhelado éxito profesional y laboral o no es reflejado en la percepción económica.

El psicólogo Daniel Goleman fue el precursor en el término e investigación de la inteligencia emocional, ya que al percatarse dicha situación puso manos a la obra para descifrar esta incógnita. Notando que había personas que se desvolvían de forma empática y asertiva en su trabajo, mientras que otras solo se limitaban a ejecutar las indicaciones, se aislaban y no empatizaban con los demás.

¿Entonces a que se refiere la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional son las capacidades y habilidades psicológicas para conocer, sentir, entender, regular y modificar las emociones de tal forma que estas no nos dominen.

Es necesario saber que la inteligencia emocional se divide en dos:

  • Inteligencia Interpersonal: Que consiste en entender y comprender las emociones de los otros. Así como reaccionar de forma asertiva al estado de ánimo del otro.

  • Inteligencia Intrapersonal: Es la comprensión de las propias emociones, tenerlas en cuenta al tomar decisiones y ser capaz de regularlas según la situación.

Recordemos que todas las emociones influyen de mayor o menor grado en nuestra toma de decisiones.

Por ejemplo, si necesitamos pedir un permiso en nuestro trabajo y coincide que nuestro jefe o el encargado de otorgarlo esta alegre. Existe mayor posibilidad de que nos lo otorgue, ya que al estar alegre visualizara de forma positiva la situación, además de no querer perturbar su estado.

Existen cuatro elementos que conforman la inteligencia emocional que son:

  • Autoconocimiento: Conociendo nuestras capacidades, habilidades, virtudes, áreas potenciales y puntos débiles. Y con especial atención nuestras emociones, así como la influencia que tienen en nuestras decisiones.
  •  Autocontrol emocional: Gestionar nuestro foco de atención, de tal manera que no se vuelva contra nosotros.

El autocontrol emocional está ligado al lenguaje, ya que es importante la narrativa que nos damos a la hora de priorizar los objetos de largo o corto plazo. Así como el relato de los acontecimientos al momento de rememorar.

  • Automotivación: Enfocado nuestros sentimientos hacia objetivos y metas que nos permita establecer más; Así como no ceder ante las metas a corto plazo, ya que esto evitara crearnos el mal hábito de postergar.

En temas de motivación es importante tener actitud positiva y tener iniciativa.

  • Reconocer las emociones de los demás: Desarrollando la habilidad de interpretar de forma correcta los mensajes que nos dirigen los demás ya sea de forma verbal o no verbal (sonrisa, cara de dolor, lagrimas, etc.)

Reconocer las emociones en los demás nos permite comprender e identificarnos con lo que nos expresan desenvolviéndonos de forma empática.

  • Relaciones personales o habilidades sociales: La inteligencia emocional nos permite tener “buenas relaciones”, ya que aunado a la inteligencia verbal nos permite entender, comprender y comunicarnos de forma adecuada a cada situación.

Esto a su vez nos permite tener un mejor desempeño y desenvolvimiento ya que al sentirnos cómodos en ese ambiente, podemos enfocar nuestra concentración en las actividades deseadas.

Pero ¿Cómo saber si tengo Inteligencia emocional?

Las personas que no tienen inteligencia emocional tienden a…

  • Tensionar y sentir estrés.
  • Reaccionan de acuerdo a lo que sienten perdiendo objetividad y asertividad. Perdiendo en reiteras ocasiones el control dejándose llevar.
  • Al no poder poner nombre a sus emociones y reconocerlas en toda situación, se ven envueltas en malos entendidos y elecciones irracionales.
  • No les gusta que los contradigan, ya que consideran su opinión es la única y verdadera.
  • Reprimen sus emociones, al grado de ocasionar enfermedades psicosomáticas en su mayoría cardiovasculares y gastrointestinales.
  • Reviven de forma reiterativa aquello que les hace sentir mal, ya que al revivirlos provoca ansiedad, miedo a intentarlo nuevamente o por el contrario las personas sin inteligencia emocional huyen de sus errores y no los reconocen.
  • Se sienten incomprendidos, ya que al no entender a los demás a sumen que pasa de igual manera con ellos.
  • Cuando tienen emociones de gran intensidad suelen polarizar la situación al perder la cabeza y dejarse dominar por el momento o por el contrario los reprimen y se aíslan.
  • Al no conocer de forma objetiva sus puntos fuertes y débiles, suelen ofenderse con facilidad.

Si ya leíste los puntos y te identificas con varios, existen prácticas que te ayudaran a incrementar tu inteligencia emocional.

1) Conocerse y reconocerse es esencial para la inteligencia emocional, puedes incluir en tu día pequeños espacios donde puedas meditar, visualizar tus actividades y analizar de forma objetiva y justificaciones las capacidades que se poseen.

2) Escuchar lo que se nos dice, permitiendo al locutor terminar el mensaje antes de reaccionar o especular, así como analizar mensaje y contexto antes de emitir algún juicio o acción.

3) Preguntar en dado caso de que el mensaje no sea claro y reafirmar lo entendido, esto permitirá que nos comuniquemos de forma clara evitando mal entendidos o suposiciones.

4) Reconociendo las emociones de los demás; Por ejemplo: cuando Juan se enoja ¿Qué cara pone?, ¿Cómo es su postura?, ¿Cómo reacciona?, ¿Cómo se tranquiliza o desahoga?

5) Comprender las emociones de los demás; Por ejemplo: ¿Qué pasaría si yo estuviera en el lugar de Juan?, ¿me enojaría?, ¿Cómo me sentiría?, ¿Qué pensaría?, ¿Cómo me tranquilizaría?, ¿Qué me gustaría que hicieran por mí?

6) Analizar mis emociones; Por ejemplo: ¿Qué me pone feliz?, ¿Qué siento físicamente cuando estoy feliz?, ¿Cómo reacciono cuando estoy feliz?, ¿Cómo pienso cuando estoy feliz?. Esto permitirá conocer las propias emociones, así como la influencia que tienen las decisiones.

Al haber entendido, comprendido y aceptado mis emociones. Cuando se repitan las circunstancias detonantes se debe ser consciente de la manifestación corporal y la intensidad de lo que se esta percibiendo.

Así como analizar el contexto, una vez establecido esto nos será más fácil actuar de forma asertiva ante la emoción y de acuerdo al contexto (si represión).

Ninguna emoción es mas importante que otra y ninguna tiene carta libre, si las aceptamos y comprendemos, estas podrán ser externalizadas y utilizadas a nuestro favor.

 

 

 

 

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