Generosidad.

Actualmente es raro encontrar a alguien que se pueda describir a si mismo con la palabra generoso (a) y es aún más difícil hacerlo en una sociedad en la que abunda el individualismo y hedonismo. Pareciera que con el paso del tiempo ciertas características se vuelven invisibles o incluso se olvidan. Pero es una realidad que ahora más que nunca es necesario el inculcar valores como la paciencia, la solidaridad, la tolerancia y la generosidad. Recordemos que la generosidad es aquel hábito de dar o compartir con los demás. Pero ¿qué ventajas tiene el ser generoso en una sociedad como ésta?

  1. Reflejas una mejor salud mental

Esta comprobado que el hacer cosas por los demás nos genera una sensación de bienestar, lo que genera una propensión a una mejor salud mental, de igual manera, el ser generosos fortalece nuestra empatía y nos ayuda a sentirnos útiles para los demás. Cuando hacemos algo por los demás incrementa también nuestra autoimagen, nos sentimos con más energía y menos estrés.

  1. Fortalece la confianza en ti y en los demás

Al hacer actos generosos por los demás liberamos una hormona llamada oxcitocina que se relaciona con el fortalecimiento de la confianza mutua, lo que promueve una apertura auténtica con los demás y la posibilidad de colaboración con los que nos rodean.

    3. Te puedes concentrar más en los pensamientos positivos

Al ser generosos y pensar en los demás al igual que en nosotros mismos, ayudamos a los demás de manera desinteresada lo cual hace que se genere a nuestro alrededor un clima de optimismo y positividad, por lo que las personas que nos rodean son capaces de percibir esto y reproducirlo.

     4. Te ayuda a desapegarte de lo material y ser agradecido por lo que tienes.

Es ser generoso te ayuda a visualizar lo que es realmente importante, en el proceso de liberarte de la preocupación por lo material encuentras felicidad en las personas, al enfocarnos en esto comenzamos a notar y a hacernos conscientes de que lo que tenemos es lo que necesitamos, nos olvidamos de lo que creemos que nos hace falta y comprendemos que el presente nos da lo esencial.

  1. Motivas a otros a ser generosos y desarrollas relaciones más duraderas.

Al dar el ejemplo de ser generoso multiplicas y contagias a todos los que te rodean, ya sea tu familia, tus hijos, tus papás, tus amigos, etc. Así mismo motivas la reciprocidad puesto que desarrollas relaciones más leales y recuerda la generosidad es una de las bases de un buen líder.

Como ves, el ser generoso no atrae cosas negativas a tu vida, como todo hábito positivo te nutre en lo personal e impacta a las personas que te rodean, teniendo como efecto secundario una sensación de bienestar. La ventaja es que puedes practicar ser generoso desde hoy y lo mejor ¡es gratis!

 

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